Si hay un estadio que no sea el Camp Nou y que haya tratado como un verdadero hijo a Lionel Messi, ese es el Vicente Calderón. Previo al partido de la final de Copa del Rey, los números con los que llegaba Messi a este recinto eran tan temibles como espectaculares.
Luego del primer gol de Pedro, apareció Lionel Messi a los 19’ con un remate alto para vencer el arco de Iraizoz. No solo fue el 2-0 a favor de Barcelona, fue la segunda vez que le marcó al Athletic en una final (así lo hizo el 2009 en la definición de la Copa del Rey). El atacante argentino consiguió un total de 16 goles en los trece títulos que disputó con el conjunto catalán.
Messi cerró su récord histórico con 73 goles en una temporada (50 en la Liga, 14 en la Champions y 9 en Copa del Rey).
Como si fuera parte de su destino, Messi selló su romance con el estadio Vicente Calderón, escenario en el que lleva marcados nueve goles con la camiseta del Barcelona y uno con la selección argentina.
Completó diez tantos en el arco del Athletic de Bilbao: seis en la Liga española; dos en la Supercopa de España y dos en finales de Copa del Rey.
Messi termina la temporada celebrando el título de la Copa del Rey, sin los de Champions y la Liga española, pero dándose el gusto de ser un hombre récord del fútbol a nivel mundial: ‘Pichichi’ de la Liga por segundo año consecutivo, dos “Bota de Oro” y siendo máximo goleador de la Champions League por cuarta vez.
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