Final Copa del Rey 2012

La anunciada marcha de Guardiola no sería la única en un equipo necesitado de fichajes. La política de cantera, que tan buen resultado ha dado estos últimos cuatro años, no ha dado tantas alegrías esta temporada, en la que se han visto algo cortos de efectivos en algunos compases. El equipo necesita, igualmente, dar salida a jugadores que ya han cumplido un ciclo o bien no han rendido como se esperaba de ellos, para que dejen sitio a nuevas incorporaciones. 

Los nombres de algunos ya están en boca de los propagadores de rumores interesados, como todos los finales de temporada. Una de las líneas a reforzar es la defensa y más concretamente los laterales. La prensa catalana suspira por Jordi Alba (Valencia) y eso pone en la picota al brasileño Adriano Correia. Su compatriota Dani Alves fue uno de los declarados intransferibles por Zubizarreta en declaraciones a TV3, junto a Gerard Piqué, pero es el central español el que más se ajusta a esa definición al tener más galones en el vestuario. En cambio, en el club cada vez gusta menos el comportamiento extradeportivo del lateral derecho. 

 Otro de los que se considera que ha cumplido ciclo es el malí Seydou Keita, cada vez con menos sitio y menos minutos por el rendimiento óptimo de los Xavi, Cesc, Iniesta, Thiago y compañía. Si además unimos la rumorología, que sitúa a Javi Martínez en la órbita azulgrana, quedan menos opciones para el africano. La misma situación vive Ibrahim Afellay, que por culpa de una grave lesión no ha podido tener continuidad. 

Asimismo, la citada concentración de centrocampistas hacen difícil encontrarle un hueco al joven jugador holandés. En la delantera, el tinerfeño Pedro Rodríguez puede convertirse en un caso parecido al de Bojan Krkic (Roma), después de una campaña en la que no ha sido el goleador omnipresente y decisivo de las dos, y exitosas, temporadas anteriores. El respeto del que ha hecho gala el club y el tacto hacia sus jugadores ha puesto cierta sordina a los rumores sobre traspasos, pero la necesidad de renovación en determinados puestos y el rendimiento de algunos futbolistas posibilitan ver el semáforo en ámbar en sus casos.