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El Avaí brasileño remontó ante el Emelec ecuatoriano, logró una victoria por 3-1 en la ciudad de Florianópolis y se matriculó por primera vez a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, instancia en la que lo espera el también brasileño Goiás.
Tres goles en los primeros siete minutos de la segunda mitad, de Roberto, Eltinho y Émerson, sirvieron para darle la vuelta al 2-1 logrado por el Emelec la semana pasada en Guayaquil y al gol inicial de Joao Rojas, que le puso la clasificación muy cuesta arriba a los brasileños.
El resultado hizo justicia a la superioridad de Avaí, que salió a por el partido y no se abatió a pesar de pasar más de la mitad del partido virtualmente eliminado después del mazazo del primer minuto con el gol de Rojas, que aprovechó un error de la zaga local.
La afición de Avaí no se resignó a ceder una derrota tan temprano en el primer partido internacional oficial que juega en su cancha el conjunto de Florianópolis y dio aliento a su equipo para que echase el resto.
Avaí luchó con esfuerzo, se volcó al ataque y rondó en todo momento el área de los ecuatorianos, pero sin causar peligro en la primera parte, cuando le sobraron las ansias y anduvo corto de criterio futbolístico.
Tres goles en los primeros siete minutos de la segunda mitad, de Roberto, Eltinho y Émerson, sirvieron para darle la vuelta al 2-1 logrado por el Emelec la semana pasada en Guayaquil y al gol inicial de Joao Rojas, que le puso la clasificación muy cuesta arriba a los brasileños.
El resultado hizo justicia a la superioridad de Avaí, que salió a por el partido y no se abatió a pesar de pasar más de la mitad del partido virtualmente eliminado después del mazazo del primer minuto con el gol de Rojas, que aprovechó un error de la zaga local.
La afición de Avaí no se resignó a ceder una derrota tan temprano en el primer partido internacional oficial que juega en su cancha el conjunto de Florianópolis y dio aliento a su equipo para que echase el resto.
Avaí luchó con esfuerzo, se volcó al ataque y rondó en todo momento el área de los ecuatorianos, pero sin causar peligro en la primera parte, cuando le sobraron las ansias y anduvo corto de criterio futbolístico.
El partido se convirtió en una batalla física, plagada de faltas rigurosas que obligaron al árbitro chileno Patricio Polic a mostrar seis amarillas en la primera parte. En total, fueron trece.
Al regreso de los vestuarios, Avaí volvió igual de esforzado, pero con más brío y, sobre todo, con una puntería portentosa que le permitió darle la vuelta a la eliminatoria con tres goles en siete minutos.
El empate llegó en un testarazo de Roberto, acto seguido Eltinho aprovechó un rechace de un tiro al palo y poco después, Emerson logró el tercero al conectar de cabeza una falta a Válver.
La impresionante remontada de Avaí dejó en evidencia la débil defensa ecuatoriana, que se deshilachó totalmente ante la persistente avalancha de los brasileños, que durante un buen rato no aflojaron el pulso a pesar de su ventaja.
Hacia la mitad de la segunda parte, el partido entró de nuevo en una etapa violenta de faltas constantes, castigadas rigurosamente con otras siete tarjetas, que cortaron el ritmo del juego, llevando el partido hacia su desenlace sin más ocasiones.
De esta manera, cuatro equipos brasileños se metieron entre los ocho clasificados para los cuartos de final de la Copa Sudamericana, determinando que la mitad son de la gran potencia del fútbol de la región. Además de Avaí y Goiás, se clasificaron Atlético Mineiro y Palmeiras.
Este pardido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana se disputó en el estadio Ressacada, de la ciudad de Florianópolis, ante 12.000 personas.
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